
Universidad O&M
Nombre: Nurys Díaz
Matrícula: 22-EPSS-5-005
Materia: Dinámica de grupo
Reflexión personal sobre la experiencia con la Caja de Herramientas del Psicólogo en el ámbito escolar
Desde que empecé mi formación como psicóloga escolar, siempre tuve claro que esta carrera implica mucho más que teoría. La parte práctica siempre me parecía un reto, porque nunca estaba segura de cómo aplicar todo lo que aprendía en el aula a la realidad concreta de las escuelas. Sin embargo, todo cambió cuando tuve la oportunidad de trabajar con la Caja de Herramientas del Psicólogo en un caso real. Esta experiencia me ayudó a ver que contar con recursos organizados y accesibles no solo facilita la intervención, sino que también construye un ejercicio profesional mucho más ético y consciente.
Lo que más me llamó la atención fue cómo esta Caja se convierte en un verdadero aliado para quienes, como yo, estamos empezando a dar nuestros primeros pasos en el campo laboral. Cada herramienta que ofrece tiene un propósito claro y responde a necesidades concretas, desde respetar el marco ético, hasta organizar y evaluar cada caso con rigor. Por ejemplo, contar con lineamientos que me recordaran la importancia de la confidencialidad y el respeto hacia el estudiante me ayudó a actuar con más seguridad, sabiendo que estaba protegiendo sus derechos y su dignidad.
Cuando inicié el proceso de evaluación, valoré enormemente tener formatos específicos para recoger información de manera sistemática. Aprendí que una observación bien hecha no es solo mirar, sino escuchar con atención y anotar lo relevante para entender realmente la situación del estudiante. Esto me permitió fundamentar mejor mis conclusiones y ofrecer propuestas de intervención que respondieran a las necesidades reales y no a prejuicios o ideas preconcebidas.
Durante la intervención, las herramientas que me guiaron en la planificación y el seguimiento de las sesiones fueron imprescindibles. Me ayudaron a mantener un orden y a ser coherente, porque al principio era fácil perder el rumbo o improvisar demasiado. Con esas guías pude marcar objetivos claros, definir las actividades y evaluar los avances de manera concreta, lo que benefició no solo al estudiante, sino también a mí como profesional en formación.
La orientación, tanto vocacional como emocional, fue otro espacio donde sentí que la Caja me acompañó de manera especial. Gracias a las herramientas que facilitan la comunicación y la exploración con los estudiantes, pude descubrir aspectos importantes sobre sus intereses y emociones que normalmente podrían pasar desapercibidos. Comprendí que la función del psicólogo escolar no es simplemente evaluar, sino también apoyar el desarrollo integral del alumno, escuchando y validando sus experiencias.
En cuanto a la relación con docentes y familias, entendí que este es uno de los aspectos más delicados y decisivos del trabajo. Las guías para preparar reuniones y manejar conversaciones difíciles fueron un recurso valioso para mantener el diálogo abierto y constructivo. Aprendí que para lograr cambios verdaderos, es necesario trabajar en equipo, con respeto y comprensión mutua, siempre con el foco puesto en el bienestar del estudiante.
Por último, no puedo dejar de mencionar la importancia que le di a la organización y gestión documental. Llevar un registro ordenado y detallado de los casos es fundamental para dar continuidad y legitimidad a nuestro trabajo. Esto también ayuda a demostrar el impacto que tiene la labor del psicólogo en la institución, algo que a veces se pasa por alto.
Ahora que estoy más cerca de graduarme, veo mi futuro profesional con más claridad y esperanza. Sé que las herramientas de esta Caja me serán de gran apoyo para trabajar de forma eficiente, ética y comprometida. Me imagino desempeñándome en espacios escolares donde pueda contribuir a crear ambientes más seguros y saludables para los estudiantes, pero también donde pueda crecer y aprender como profesional.
Además, esta experiencia me hizo entender la importancia de proyectarme y planificar mi desarrollo profesional desde ahora. La organización de un portafolio y la reflexión sobre mis metas me han motivado a ser constante y a buscar siempre la mejora continua. Quiero construir una marca personal que refleje mi pasión, mi ética y mi dedicación, para que cuando me presente ante una institución o un equipo educativo, sepan que pueden confiar en mí.
En conclusión, trabajar con la Caja de Herramientas del Psicólogo fue un paso fundamental en mi formación. Me ayudó a dejar atrás la incertidumbre y a sentir que tengo las bases necesarias para intervenir de manera responsable y efectiva. Estoy convencida de que estas herramientas no solo facilitan el trabajo diario, sino que también forman parte esencial de la identidad profesional que estoy construyendo y que me acompañará toda la vida.



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